miércoles, 8 de junio de 2011

Hoja de vida.

OSCAR DARIO FIGUEROA SANDOVAL.

Fundación universitaria los libertadores.
Estudiante Facultad de Publicidad y  Mercadeo.
Dirección: calle 46 B sur # 77x – 03
Teléfonos: 2640075 – 3118853358  
E-mail: oskarjx@hotmail.com

PERFIL.
Experiencia en el ámbito comercial como atención y relación con clientes. Conocimiento de paquete Office: Word Excel y Power Point.
Soy una persona proactiva, con habilidades de trabajo en equipo y disponibilidad y flexibilidad de tiempo.

EXPERIENCIA LABORAL.
Prácticas comerciales en La Institución Educativa Colegio Comercial Granbogotano en el año 2010.
Contacto:
Jefe inmediato.
 Fulvia Santoyo Duarte.
5766735.


FORMACION ACADÉMICA.

Educación profesional:
Fundación universitaria los libertadores.
Publicidad y mercadeo
Estudiando  primer semestre.
Bogotá D.C.


Educación básica secundaria:
Colegio comercial Granbogotano.
Promoción 2010.
Bogotá D.C.

Seminarios:
Impacto de las redes sociales y la comunicación y la comunicación organizacional.
Universidad javeriana
Bogotá D.C.


REFERENCIAS

ISOLINA STELLA SILVA
Auxiliar de archivo ministerio de defensa.
Dirección: Carrera 8 # 06 – 64
Teléfono 3811700  Ext. 3120



JUAN CARLOS JAIME
Auxiliar administrativo archivo y correspondencia GIMFA
CALLE 26 SUR #78 H – 70
TELEFONO: 2 73 24 50 Ext. 119


JOSÉ SEPULVEDA PACHECO
Pensionado de la Policía Nacional
Calle 42h sur # 78 – 10
Teléfono: 4 51 09 82




Biografía Jose Asunción Silva

José Asunción Silva
(Bogotá, 1865 - 1896) Poeta colombiano. En la historiografía literaria suele reconocérsele como el gran iniciador del modernismo en Hispanoamérica, que el nicaragüense Rubén Darío llevaría a la cúspide.
Dotado de una gran sensibilidad humana y artística y de una notable inteligencia, tuvo una formación literaria precoz, resultado de un ambiente familiar cultivado y creativo: José Asunción Silva era hijo del escritor costumbrista y acomodado comerciante Ricardo Silva, un hombre elegante, de refinado gusto y descendiente de aristocráticos granadinos emparentados con el general Santander. Doña Vicenta Gómez, hermosa dama bogotana y madre del poeta, era hija del diputado Vicente Antonio Gómez Restrepo, quien desempeñó importantes labores en los primeros años de la República de la Nueva Granada y falleció tempranamente.
De los hijos del matrimonio Silva-Gómez sólo llegaron a edad adulta José Asunción, Elvira y Julia, falleciendo en la infancia Alfonso, Inés y Guillermo. Esta temprana relación con la muerte marcaría al poeta. Ya a los dos años de edad, José Asunción tenía fama de prodigio en Bogotá. Parece ser que a esa edad ya sabía leer, escribir e incluso pintar.
Algo que sin duda marcó su infancia y juventud fueron las tertulias literarias que su padre organizaba, bien en la casona del barrio de La Catedral, bien en el almacén dedicado a la venta de objetos suntuosos. A estas tertulias asistían no sólo miembros del grupo El Mosaico, escritores costumbristas como José Manuel Marroquín, José María Vergara y Vergara, Salvador Camacho Roldán, Ricardo Carrasquilla y José David Guarín, entre otros, sino que también don Ricardo cultivaba amistades dentro de la política. Radical sin fanatismo, fue amigo de José María Samper, Rufino José y Ángel Cuervo, Jorge Isaacs, Francisco Javier Zaldúa y Teodoro Valenzuela.
En enero de 1869 José Asunción ingresó al Liceo de la Infancia, dirigido por don Ricardo Carrasquilla. Como el niño de tres años recién cumplidos ya sabía leer y escribir, no entró al primer curso sino a dos más avanzados, al lado de compañeros que le aventajaban en edad como José Rivas Groot, Andrés de Santamaría y Juan Evangelista Manrique. En este colegio uno de sus institutores, Nicolás Esguerra, lo apodaría con el mote de "José Presunción". El 2 de marzo de 1870 nació Elvira Inés Silva Gómez, quien llegaría a ser la más cercana confidente de su hermano. Aunque los biógrafos insisten en describir a José Asunción como un niño triste, tímido e introvertido, sus poesías dedicadas a su infancia la recuerdan con nostalgia y dulzura.
En febrero de 1871 José Asunción Silva ingresó en el Colegio de San José, regentado por Luis María Cuervo, hermano mayor de Ángel y Rufino José. Conoció por entonces a Alirio Díaz Guerra, a quien lo uniría una fuerte amistad. Rafael Pombo, amigo de su padre, le hizo llegar un ejemplar de "El cuervo", de Edgar Allan Poe.
Fue la relación con Rafael Pombo y con Jorge Isaacsuna de las más duraderas y fecundas, tanto para José Asunción como para Elvira Silva. A los diez años, con motivo de su primera comunión, escribió un poema sobre el tema. En 1877 Silva y otros niños ingresaron al Liceo de la Infancia, esta vez regentado por el presbítero Tomás Escobar, pariente de doña Vicenta Gómez; tres años más tarde, concluidos sus estudios, abandonó el colegio, que terminó clausurado por un ruidoso proceso en el que tomó parte activa el ya entonces virulento escritor José María Vargas Vila.
La vida apacible de esos años dio un vuelco para los Silva: la situación económica de la familia, aunque aún holgada, fue golpeada primero por las drásticas medidas del gobierno radical y, después, por la pérdida de buena parte de la herencia de don Ricardo, debida a los pleitos con sus primos Suárez Fortoul. Terminado el bachillerato, el futuro poeta hubo de atender el almacén familiar. Cuenta Enrique Santos Molano, autor de la biografía más completa que se ha escrito sobre el poeta: "José Asunción Silva armó detrás del mostrador un laboratorio imponderable de observación social y psicológica. Examinaba con penetración rigurosa las personas que entraban de compras, de mirones o de visitantes a R. Silva; espiaba sus gestos, estudiaba sus gustos, procesaba sus opiniones, acechaba sus peculiaridades, sus virtudes, sus defectos, y los anotaba en su memoria de ordenador y en un cuaderno. Detrás del mostrador acrecentó sus conocimientos, devoró cantidades de libros y procuró mantenerse informado de los movimientos literarios, artísticos y políticos de Europa".
A los 16 años parece ser que tuvo su primer amor; al menos así se intuye en dos de sus poemas pues, como es bien sabido, en este campo mostró siempre el más caballeroso y férreo mutismo. La vida amorosa del poeta es un misterio, siempre acompañado de los más disparatados rumores que van desde una hija secreta, la morbosa garçonière de la calle 19, hasta su afeminamiento (lo llamaron el "Casto José"), pasando por la infamante historia del amor incestuoso con su hermana Elvira.
En 1881 don Ricardo, que ya empezaba a sentir los acosos de la tiflitis que lo llevaría a la tumba, compró la finca Chantilly en Chapinero, donde tantos momentos de alegría y tristeza viviría el poeta; en esa época Silva intentó reunir de nuevo al Mosaico. Bajo el título de Intimidades se conoce el grupo de poemas escritos entre agosto de 1880 y mayo de 1884 y que, regalados por el bardo a Paquita Martín, se conservan en la Biblioteca Nacional en copia manuscrita hecha por ella. Alguna influencia deGustavo Adolfo Bécquer se alcanza a percibir en estos tempranos versos que se alternan con traducciones de Victor Hugo o de Beranger.
En noviembre de 1883 imprimió su libro Artículos de costumbres don Ricardo Silva y regaló el manuscrito, con bella dedicatoria, a su hijo JoséAsunción; un mes más tarde se protocolizó su emancipación económica y se comenzó a planear el viaje a París, donde residía desde hacía muchos años el tío abuelo del poeta, don Antonio María Silva Fortoul. Primero viajó el padre, en abril de 1884 y, tras su regreso, salió rumbo a Europa José Asunción, el 23 de octubre, llegando a París en los primeros días de diciembre.
Permaneció un año en el viejo continente, donde asistió a cursos del afamado neurólogo Charcot, que tanto le servirían para la descripción de personajes y comportamientos. En París (adonde llegó cuando su tío abuelo ya había muerto) se encontró con los hermanos Cuervo, con quienes entabló tertulias literarias. En 1885 conoció a Stephane Mallarmé. El encuentro con este poeta cuarentón y aún desconocido fue en el apartamento de Mallarmé, en la calle de Roma. Hacia agosto viajó a Londres, donde admiró la pintura de los prerrafaelitas y copió como ejercicio el cuadro de Waller El duelo. Tras un rápido viaje por Holanda, Bélgica, Italia y Suiza, regresó a París, y en diciembre de 1885 se encontraba de nuevo en Bogotá.
Recién llegado, se enteró del cuantioso robo al Almacén R. Silva. La familia se había mudado a Chantilly. Por entonces formó parte del grupo de poetas de La Lira Nueva, presentado por José Rivas Groot. En la célebre antología (introducción para unos, antesala del modernismo para otros), Silva figura entre los 35 reseñados, junto a autores como Candelario Obeso, Fidel Cano, Ismael Enrique Arciniegas y Julio Flórez. De José Asunción Silva se publicó en esta edición el mayor número de poemas, lo que sirve en parte para demostrar la importancia que se le dio en vida, desmintiendo el tendencioso invento de su supuesto anonimato.
Casi simultáneamente se publicó El Parnaso colombiano, gran antología en la cual la muestra de Silva, aunque menor en número, no es menos significativa: "Las crisálidas" y "Las golondrinas" serán los poemas publicados y supondrán su verdadero lanzamiento literario. Por esa época, en casa de Antonio José Ñito Restrepo, vecino de Chantilly en Chapinero, se conocen José Asunción Silva y Baldomero Sanín Cano, antioqueño cuatro años mayor que el primero y con quien mantendría una larguísima y fecunda amistad, una intimidad intelectual.
La guerra de 1885 y el grave deterioro de la moneda hicieron cancelar a don Ricardo Silva su segundo viaje a Europa y regresó, por Barranquilla, el 27 de agosto. A pesar de la herencia dejada por su tío y de la reputación que tenía el almacén, los negocios de la familia Silva continuaron su inexorable descenso. Invitado por Alberto Urdaneta, José Asunción Silva participó en la Primera Exposición Nacional de la Escuela de Bellas Artes de Colombia, que tuvo como sede el Colegio de San Bartolomé, con el cuadro Un duelo, en la galería de autores contemporáneos, con el número 875. Por ese entonces ya Elvira Silva era una de las mujeres más bonitas y solicitadas de Bogotá. Prueba de ello son las frecuentes reseñas que la prensa hizo de su participación en diferentes bailes y festejos. Memorable fue el baile que Leo S. Kopp ofreció y en el que destacaron Elvira, acompañada del conde italiano Gloria, y José Asunción Silva con la bella Isabel Argáez.
Don Ricardo Silva falleció la noche del 1 de junio de 1887, en la casa 93 de la calle 12. Pero no fue solamente la triste pérdida lo que ensombreció y transformó totalmente el ambiente familiar; al asumir José Asunción la dirección de los negocios paternos, descubrió que hasta entonces su familia había vivido en una falsa bonanza, basada en créditos respaldados únicamente en la confianza que los acreedores tenían en don Ricardo y que tal vez no era ''heredable''.

José Asunción Silva
Pero el poeta no se amilanó: decidió renovar el negocio y diversificarlo, invirtiendo en tierras cafeteras, abriendo una sucursal de R. Silva e Hijo llamada Almacén de Cuelgas, y revolucionando la publicidad con poemas-anuncio o bien con enormes letreros nunca vistos en los diarios capitalinos. Leyó en este año de 1888 tres libros claves: El crepúsculo de los dioses, de Federico Nietzsche; La dama gris, de H. Sudermann, y Le bon heure, de Sully-Prudhomme, y empezó los borradores de una serie de novelas que pensaba reunir bajo el título común de Cuentos negros, que aparecieron en periódicos de la época aparecieron. Entre 1889 y 1891, Silva escribió buena parte de su más conocida poesía, como el Nocturno 2y, también, en prosa, La protesta de la Musa.
1891 fue uno de los años más terribles en la vida del poeta: El 6 de enero de 1891 su hermana Elvira cayó enferma de neumonía, según el diagnóstico del doctor Josué Gómez, y falleció cinco días más tarde. La partida de defunción fue firmada por el cura de la catedral, Rafael María Carrasquilla. Entre los poemas que se dijeron en honor de Elvira Silva después del sepelio, sobresalió el escrito por Jorge Isaacs, amigo muy cercano de la familia. La muerte de su hermana fue, tal vez, el golpe más fuerte sufrido por José Asunción hasta entonces. Cubrió el cadáver de su adorada hermana y confidente con lirios y rosas, y lo ungió con perfumes.
Por varios días, José Asunción Silva no pudo levantarse de la cama, y cuando por fin volvió a sus negocios, llegaron a cobrarle el entierro y no tenía en caja ni los seiscientos pesos de la deuda. La situación fue tal que hasta miembros de su familia llegaron a humillarlo; doña Vicenta achacaba la ruina al afán de Silva por los versos. Se acumularon hasta 52 ejecuciones judiciales en su contra. Todos los bienes, sin exceptuar las joyas de su madre ni los muebles de su casa, acabarían en manos de los acreedores.
No obstante, el poeta no escatimó esfuerzos para revivir la antigua prosperidad: escribió cartas hasta de 103 páginas a los acreedores; cambió mercancía por las deudas contraídas e incluso escribió un cuento para promocionar los pianos Apollo con sordina que él vendía. En 1893 se vio obligado a mudarse del elegante barrio de La Catedral al más modesto de Las Aguas. En compañía de Baldomero Sanín Cano se dedica al periodismo a tiempo completo, escribiendo para El Telegrama entre otras la columna ''Casos y Cosas''".
Don Miguel Antonio Caro, encargado del poder, influido tal vez por doña Vicenta y su antigua amistad con don Ricardo Silva, nombró secretario de la legación colombiana en Caracas a José Asunción Silva, acto ratificado con la firma del ministro de Relaciones Exteriores Marco Fidel Suárez, el 5 de mayo de 1894. En agosto Silva, ya famoso en todo el país, fue recibido de manera apoteósica en Cartagena; en una mañana llegó a tener hasta quince visitas; la gente recitaba de memoria sus poemas y el presidente Núñez y doña Soledad Román lo acogieron en su casa del Cabrero, de visita. Llegó a Caracas el día 11 de septiembre. Allí no fue menor la acogida que tuvo, no por su cargo diplomático, sino por ser figura destacada de la intelectualidad latinoamericana.
En la capital venezolana, aparte de los abrumadores deberes diplomáticos, debido a la inoperante actitud del embajador, el general José del Carmen Villa, José Asunción Silva se dedicó a intercambiar ideas con intelectuales venezolanos, a pulir sus Cuentos negrosy a escribir una nueva novela titulada Amor. Inexplicablemente, en diciembre de 1894 solicitó una licencia para "ir a pasar un mes a Bogotá". Embarcó en el vapor francés Amérique el 21 de enero del año siguiente y, una semana más tarde, el barco encalló frente a Bocas de Ceniza; tras varias horas de zozobra los viajeros fueron rescatados, mas no el equipaje, perdiéndose con ello la mayor parte de la obra literaria del poeta.
De nuevo en Bogotá, la "maldita pobreza" lo seguía acorralando; pero no por ello Silva desmayó en su intento por progresar y volvió a volcar sus energías de una manera feliz en dos actividades: la reconstrucción de su obra literaria, principalmente de la novela De sobremesa, y la construcción y montaje de una fábrica de baldosines, cuya formulación química Silva había patentado. Consiguió máquinas y oficinas, buscó socios y suscriptores para conseguir el capital necesario, pero el dinero nunca apareció.
En la noche del 23 de mayo de 1896, tras una velada íntima organizada por doña Vicenta, José Asunción Silva se retiró a su habitación, y a la mañana siguiente fue hallado muerto sobre su cama. El poeta se había suicidado de un tiro en el corazón; se cuenta que había preguntado a un médico la localización exacta de dicho órgano. Fue enterrado en Bogotá, en el cementerio destinado a los suicidas.
Obras de José Asunción Silva
A pesar de ser considerado como uno de los grandes de la literatura, la obra de José Asunción Silva no es muy extensa. Se ha querido encuadrar al gran poeta colombiano en el romanticismo y en el modernismo, pero en realidad, nos encontramos ante un poeta excepcional con características singulares. Más que romántico, es un posromántico poderosamente influido por Bécquer y Edgar Allan Poe; se resiste a incorporarse a la corriente modernista que acaudillaRubén Darío, pero es por sus calidades un precursor y hasta un iniciador del modernismo.
Una primera etapa está marcada por el romanticismo; así lo demuestra su libro Intimidades, poemas escritos entre los 14 y los 18 años de edad. La obra incluye 59 composiciones (por lo menos dos de ellas en forma fragmentaria), entre las cuales, más de 33 permanecían inéditas. Este libro constituye, tal vez, la fuente más rica de la obra escrita en verso por el poeta colombiano (los poemas sólo fueron publicados en su totalidad en 1977).
En esos primeros escritos, Silva afianza su voluntad de poeta. Desde el primer poema, Las ondinas, se anuncia el tono general, una obra de gótico romanticismo, de textos lúgubres llenos de misterio; el mundo del poeta es el mundo de los muertos, de la luna, de las "húmedas neblinas...", como cita Eduardo Camacho Guizado.
Dice Silva en su prólogo de 1882 al poemaBienaventurados los que lloran de Federico Rivas Frade (1858-1922) que Bécquer y sus imitadores "encierran en poesías cortas, llenas de sugestiones profundas, un infinito de pensamientos dolorosos". Juan Gustavo Cobo Borda afirma que este prólogo debe leerse a su vez como autobiografía y poética de Silva, que "entiende la poesía como una actividad cercana a lo religioso, como plegaria o rezo, susurro o confidencia". Por lo menos cuatro composiciones deIntimidades son versiones de textos de Víctor Hugo. Silva quiere evadir la realidad santafereña y se refugia en su soledad para ir en busca del más allá, de los "paraísos imaginarios" que le sugiriera Baudelaire.
Sin embargo, es El libro de versos la obra considerada de mayor relevancia en la producción literaria del poeta. Un primer gran tema de esta compilación poética lo constituye la infancia, que frente al presente negativo y doloroso parece ser la época más feliz de la vida; pero también existen otras preocupaciones: el poeta y su pasado histórico. La evocación de su infancia personal se hace reflexión épica sobre el pasado histórico latinoamericano, sobre su futuro y su presente. Al pie de la estatua es un poema dedicado al Libertador Simón Bolívar, en el cual el prócer se dirige al poeta. Éste es el único poema que Silva escribe sobre América y que muestra su naciente preocupación histórica y política.
En "Infancia" Silva plasma sus vivencias de niño; aparecen los personajes de los cuentos infantiles: Caperucita, Barba Azul, Gulliver o el ratón Pérez. El vate colombiano describe aquí sus años de escuela, sus juegos, las historias de la abuela, los paseos al campo... Miguel de Unamuno sugiere que el poeta busca la muerte sólo por la imposibilidad de seguir siendo niño: "El mundo le rompió con el sueño la vida".
Una segunda preocupación de Silva la constituye el amor, como se aprecia en el Nocturno II ("Poeta, di paso...") y en el Nocturno. La pretendida ambigüedad de sus sensaciones íntimas, especialmente en relación con su hermana Elvira, expresadas a raíz de la muerte de ésta en el famoso tercer Nocturno, ha sido apasionadamente comentada por la crítica; a pesar de todo, y a pesar también de la caprichosa elaboración de los versos, el prodigioso conjunto de este Nocturno de ritmo tetrasilábico es un monumento lírico indiscutible. En una tercera instancia de este Libro de versos, Silva quiere abarcar distintos temas; aquí se recuerdan sus composiciones Un poema y Vejeces. En la última sección, Silva nos revela todo su desengaño del mundo y su pesimismo, como lo anunciara el título de su poema Ceniza o Día de difuntos.
Otro libro unitario en la obra de Silva lo constituyeGotas Amargas. En esta obra las intenciones poéticas de Silva son diferentes y de claro contenido satírico. Existen otros poemas de Silva de tono satírico no incluidos en estas trece gotas, como por ejemploPsicopatía de El libro de versos. Al parecer, Silva dio poca importancia a estos poemas, que no consideraba dignos de su talento.
La sátira abarca temas tales como la literatura de la época, a la que Silva califica de sensiblerías "semi-románticas". También son tema de mofa la afectación intelectual, los poetas "grandiosos y sibilinos", los lectores que confunden la literatura con la vida, las creencias religiosas de su sociedad y de su tiempo, así como sus convenciones sociales, morales y sexuales. Los poemas dispersos, recogidos bajo el título de Versos varios, son traducciones y versiones de poemas europeos (franceses en su gran mayoría), así como poemas juveniles y unos pocos posteriores a El libro de versos.   http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/silva.htm

Proposición Jose Asunción.

Análisis la primera comunión Jose Asunción Silva.

Todo en esos momentos respiraba
 una pureza mística;
 las luces matinales que alumbraban
 la ignorada capilla,
los cantos religiosos que pausados
 hasta el cielo subían,
 el aroma suave del incienso
 al perderse en espiras
 las voces interiores de otro mundo
 sonoras y tranquilas,
 los dulces niños colocados junto al altar de rodillas
y hasta los viejos santos en los lienzos
 de oscura vaga tinta
 bajo el polvo de siglos que los cubre
 mudos sonreían.

En este poema podríamos decir que el autor trata de abordar los sentimientos que se podían sentir antes de la primera comunión de aquella época teniendo en cuenta que en esta todo lo relacionado con la iglesia era muy importante para todas las personas y ellos lo tomaban con mucha seriedad y como algo de mucho respeto y que les inspiraba orgullo y por demás una cercanía a la tranquilidad que encontraban cerca del señor.

Análisis crisálidas Jose Asunción Silva.

Cuando enferma la niña todavía  
salió cierta mañana
y recorrió, con inseguro paso
la vecina montaña,
trajo, entre un ramo de silvestres flores
oculta una crisálida,
que en su aposento colocó, muy cerca
de la camita blanca...

Unos días después, en el momento
en que ella expiraba,
y todos la veían, con los ojos
nublados por las lágrimas,
en el instante en que murió, sentimos
leve rumor de älas
y vimos escapar, tender al vuelo
por la antigua ventana
que da sobre el jardín, una pequeña
mariposa dorada...

La prisión, ya vacía, del insecto
busqué con vista rápida;
al verla vi de la difunta niña
la frente mustia y pálida,
y pensé ¿si al dejar su cárcel triste
la mariposa alada,
la luz encuentra y el espacio inmenso,
y las campestres auras,
al dejar la prisión que las encierra
qué encontrarán las almas?


Este poema básicamente nos habla de una pequeña niña con una enfermedad, que encuentra una crisálida que es un tipo de larva, que lleva escondida a su casa y la esconde para que sus padres no se deshagan de ella pues la niña quiere conservarla y la esconde cerca de su cama para poder ver el progreso que esta sufra.


unos días después la enfermedad de la niña se ve en un punto critico hasta el punto que la niña muere, y su casa se llena de tristeza y dolor por aquella partida; pero con la partida de la niña también la pequeña larva convertida ahora en mariposa también se marchaba de aquel hogar por la ventana que estaba en la habitación de la pequeña niña.


el autor busca encontrar un paralelo entre la situación a la que se sometió la larva para ser una mariposa y el camino al que este la llevo y preguntándose si así de fácil puede ser para alguien fallecido encontrar el camino hacia la luz, hacia la tranquilidad y paz eterna que se supone nos espera al abandonar este mundo.

Análisis del poema nocturno nº 3 de Jose Asunción Silva

Una noche
Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,Soledad el autor expresa varias expresiones haciendo de los sonidos nocturnos su única compañia.
Una noche
En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas, En medio de la soledad las luciérnagas se convierten en compañía.
A mi lado lentamente, contra mí ceñida toda, muda y pálida,Tomando la silenciosa noche como su única compañía a pesar de que no pronuncie ni una palabra. 
Como si un presentimiento de amarguras infinitas, como si un presentimiento de algo malo invadiera al autor.
Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara, a pesar del silencio siente que necesita alguien para calmar su desespero.
Por la senda florecida que atraviesa la llanura el autor analiza las calles de cierta forma sacándolas un poco de contexto refiriéndose a estas como si lo llevaran a un lugar que para el es muy importante.
Caminabas,
Y la luna llena
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca, era una noche muy clara, la luna brillaba en su totalidad las calles solas.
Y tu sombra la soledad.
Fina y lánguida, se iba acabando con el pasar de la noche.
Y mi sombra 
Por los rayos de la luna proyectadas, sentía como su sombra era la mejor compañía que podía desear.
Sobre las arenas tristes refiriéndose a las calles, al asfalto donde veía su sombra reflejada.
De la senda se juntaban, el camino del autor con esa persona que el anhelaba en medio de la soledad encontraba una forma de conectarse a través del pensamiento y los deseos.
Y eran una,
Y eran una,
Y eran una sola sombra larga 
Y eran una sola sombra larga su sombra llevada por el camino de la luna al lugar que anhelaba.
Y eran una sola sombra larga...
Esta noche  
Solo; el alma
Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte, recuerda el dolor que le produjo la partida de un ser especial y que jamas repondrá su ausencia y que aun sigue anhelando.
Separado de ti misma por el tiempo, por la tumba y la distancia, siente que la brecha que los separa es muy muy larga y que quizás jamas la alcance.
Por el infinito negro
Donde nuestra voz no alcanza, sigue refiriéndose a todo lo que lo separa de su ser amado.
Mudo y solo  
Por la senda caminaba...
Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
A la luna pálida,
Y el chillido
De las ranas...
Sentí frío; era el frío que tenían en tu alcoba se encuentra recordando el momento de la partida de su ser amado.
Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas, viven entre sus mas puros y sinceros recuerdos.
Entre las blancuras níveas 
De las mortuorias sábanas, en medio de todo lo único que sus ojos ven es la luz producida por la luna.
Era el frío del sepulcro, era el hielo de la muerte recuerda todo el dolor de aquella trágica partida.
Era el frío de la nada, En medio de la soledad que invadía su habitación y las calles.
Y mi sombra,
Por los rayos de la luna proyectada,
Iba sola,
Iba sola,
Iba sola por la estepa solitaria relaciona la soledad con aquellos recuerdos que poco a poco se marchaban 
Y tu sombra esbelta y ágil          dejando de nuevo el silencio de las calles.
Fina y lánguida,
Como en esa noche tibia de la muerta primavera, 
Como en esa noche llena de murmullos de perfumes y de músicas de alas, lo unico que se percibia el sonido de la noche y el viento golpeando su ventana.
Se acercó y marchó con ella
Se acercó y marchó con ella...
Se acercó y marchó con ella...¡Oh las sombras enlazadas! la noche se acerco trayendo consigo el recuerdo y cierto aire que lo unio con su recuerdo pero de igual forma se lo llevo consigo.
¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con 
[las sombras de las almas...
¡Oh las sombras que se buscan en las noches de tristezas y de lágrimas!...  la tristeza que deja este recuerdo.